Prácticas apropiadas al desarrollo y el aprendizaje
centrado en el currículo
Prácticas apropiadas al desarrollo
Las practicas
apropiadas al desarrollo según Ramia las define como “prácticas que tienen el
objetivo de alcanzar el aprendizaje y desarrollo óptimo de los niños pequeños”
(Ramia, 2010).
Para la
autora (Ramia, 2010) existen 3 tipos de conocimientos básicos para poder tomar
decisiones apropiadas para la educación de niños pequeños:
1.
Desarrollo infantil y aprendizaje
2.
Particularidades de cada niño (observaciones, entrevistas, evaluaciones)
3.
Contexto cultural y social en el que vive cada niño (valores, expectativas)
para preparar experiencias significativas, relevantes y respetuosas con cada
niño y su familia.
El Proyecto Alcanza
(2008) define a las prácticas apropiadas al desarrollo como aquellas que favorecen
el desarrollo de los niños y facilitan el aprendizaje integralmente. Las prácticas apropiadas representan un enfoque hacia
la educación, que reconoce al niño como un ser humano en desarrollo, como un
ente activo, que aprende a lo largo de la vida, es un ser capaz de construir su propio conocimiento a través de
la interacción con otros (padres, cuidadores, amigos y familiares) y los
objetos que forman parte de su ambiente.
Es
importante que se tome en cuenta que se necesita tener el conocimiento acerca del desarrollo infantil para crear
un programa que sea apropiado para la edad y fase de desarrollo de un grupo de
niños. Un punto importante que facilita las prácticas
apropiadas para el desarrollo son las relaciones e interacciones del niño con
los adultos o con pares ya que los favorece a ser determinantes críticos de su
desarrollo y aprendizaje. Al mismo tiempo, los niños son constructores activos
de su propia comprensión del mundo que los rodea; como tales, ellos se
benefician al iniciar y regular sus propias actividades de aprendizaje y al
interactuar con sus pares.
La práctica apropiada para el desarrollo
no significa hacer las cosas más fáciles para los niños. Por el contrario, se trata de asegurar que las metas y las experiencias son adecuadas para su aprendizaje y desarrollo y un reto suficiente para promover su progreso e interés.
Las buenas prácticas se basan en el conocimiento, no en las suposiciones de cómo los niños aprenden y se desarrollan, ya que es el resultado de la interacción de los conocimientos previos y los conocimientos nuevos y de su adaptación al contexto, y que además va a ser funcional en determinado momento de la vida del individuo.
Las buenas prácticas se basan en el conocimiento, no en las suposiciones de cómo los niños aprenden y se desarrollan, ya que es el resultado de la interacción de los conocimientos previos y los conocimientos nuevos y de su adaptación al contexto, y que además va a ser funcional en determinado momento de la vida del individuo.
Según Declaración de Posición de
NAEYC (año 2008, pág. 23) “La experiencia guiada por adultos sigue
mayormente las líneas de los objetivos de los maestros, pero también está
delineada por la participación activa de los niños; la experiencia guiada
por niños sigue mayormente las líneas de los intereses y acciones de los
niños, con el apoyo estratégico de los maestros”. Los niños son constructores
activos de su propia comprensión del mundo que los rodea; como tales, ellos se
benefician al iniciar y regular sus propias actividades de aprendizaje y al
interactuar con sus pares.
Las prácticas de enseñanza apropiadas para el desarrollo ofrecen un equilibrio óptimo entre las experiencias guiadas por los adultos y por los niños. Por ende es importante implementar un plan de estudios ya que siempre se obtienen resultados de algún tipo, pero es fundamental saber de qué resultados se trata y cómo los alcanza un programa. En la práctica apropiada para el desarrollo, el plan de estudios ayuda a los niños pequeños a alcanzar metas que son significativas para su desarrollo y educación. El plan de estudios logra esto a través de experiencias de aprendizaje (que incluyen juego, grupo pequeño, grupo grande, centros de interés y rutinas) que reflejan lo que se sabe acerca de los niños pequeños en general y acerca de estos niños en particular, así como sobre las secuencias en las que los niños adquieren conceptos específicos, capacidades y habilidades, elaborando a partir de experiencias anteriores. La evaluación también es una herramienta para controlar el progreso de los niños hacia las metas deseadas de un programa. En la práctica apropiada para el desarrollo, las experiencias y las evaluaciones están vinculadas (las experiencias desarrollan lo que se evalúa, y viceversa); ambas están alineadas con los resultados o metas que se esperan del programa para los niños.
Las prácticas de enseñanza apropiadas para el desarrollo ofrecen un equilibrio óptimo entre las experiencias guiadas por los adultos y por los niños. Por ende es importante implementar un plan de estudios ya que siempre se obtienen resultados de algún tipo, pero es fundamental saber de qué resultados se trata y cómo los alcanza un programa. En la práctica apropiada para el desarrollo, el plan de estudios ayuda a los niños pequeños a alcanzar metas que son significativas para su desarrollo y educación. El plan de estudios logra esto a través de experiencias de aprendizaje (que incluyen juego, grupo pequeño, grupo grande, centros de interés y rutinas) que reflejan lo que se sabe acerca de los niños pequeños en general y acerca de estos niños en particular, así como sobre las secuencias en las que los niños adquieren conceptos específicos, capacidades y habilidades, elaborando a partir de experiencias anteriores. La evaluación también es una herramienta para controlar el progreso de los niños hacia las metas deseadas de un programa. En la práctica apropiada para el desarrollo, las experiencias y las evaluaciones están vinculadas (las experiencias desarrollan lo que se evalúa, y viceversa); ambas están alineadas con los resultados o metas que se esperan del programa para los niños.
Todo educador que
sigue las Prácticas Apropiadas debe considerar como base fundamental el
aprendizaje activo al organizar y diseñar su plan (Ramia 2010): debe proveer
o adaptar experiencias educativas para atender, de forma inclusiva, a los
niños. Para esto, es importante que, dentro de la planificación e
implementación del currículo, se incluya una variedad de estrategias y
evaluación, con énfasis en la observación y documentación del desarrollo
individual de los niños.
Para asegurarse de que
los profesores son capaces de proporcionar cuidado y educación de alta calidad,
deben estar bien preparados, participar en el desarrollo profesional continuo,
y recibir el suficiente apoyo y compensación.
Aprendizaje centrado en el currículo
Durante los últimos
años este término ha sido objeto de un amplio debate y en consecuencia han
surgido tantas definiciones según el número de autores que lo han estudiado.
Para Margarita Pansza
(2000) el currículo es una serie
estructurada de experiencias de aprendizaje que en forma intencional son articuladas con una
finalidad concreta: producir los aprendizajes deseados.
Dentro del proyecto
alcanza (2008) el currículo es un plan escrito en el cual se establece las
metas y los objetivos, y se sugieren las actividades.
Un currículo es una herramienta
para los educadores, la misma contiene los objetivos, las experiencias de
aprendizaje, las estrategias de enseñanza y las formas de evaluar. El currículo
sugiere unas metas, formas de organizar el ambiente y una serie de rutinas diarias,
además de contenidos y estrategias de enseñanza dirigidas a promover el
desarrollo físico, socioemocional, lingüístico, cognitivo y estético. Asimismo,
establece pautas para conocer, promover y evaluar el desarrollo del niño, y sugiere
formas de cómo establecer una interacción positiva con los padres y la
comunidad.
Los currículos de pre-escolar, jardines
infantiles y programas primarios con enfoque académico, típicamente adoptan un
método pedagógico principalmente basado en libros de trabajo, adiestramiento y
práctica de las habilidades discretas. Es razonable asumir que cuando un método
de enseñanza es utilizado por un grupo diverso de niños, muchos de estos están
propensos a fallar. Entre más pequeños los niños, más variados deben ser los
métodos de enseñanza, porque habrá menos posibilidades de que hayan sido
socializados en una forma estándar de responder a su medio ambiente social.
De esta forma, parece que el hecho de que
un niño esté listo para aprender tareas de la escuela está influenciado por sus
experiencias pasadas, peculiares y únicas. Por razones prácticas, existen
límites sobre qué tan variados pueden ser los métodos de enseñanza. Debe
anotarse, sin embargo, que mientras los enfoques dominados por libros de
trabajo frecuentemente conllevan a instrucciones individualizadas, la
individualización raramente consiste en más de un día en el cual un niño
completa una página en particular u otra tarea rutinaria.
De esta forma, parece que el hecho de que
un niño esté listo para aprender tareas de la escuela está influenciado por sus
experiencias pasadas, peculiares y únicas. Por razones prácticas, existen
límites sobre qué tan variados pueden ser los métodos de enseñanza. Debe
anotarse, sin embargo, que mientras los enfoques dominados por libros de
trabajo frecuentemente conllevan a instrucciones individualizadas, la
individualización raramente consiste en más de un día en el cual un niño
completa una página en particular u otra tarea rutinaria.
La planificación del
currículo enfatiza el aprendizaje como un proceso en la que los maestros
preparan el ambiente para que los niños aprendan a través de la exploración y
la interacción activa con los adultos, sus pares y los materiales apropiados.
José Contreras (1991)
distingue dos tipos de propuestas curriculares: la primera de ellas es la que
entiende al currículo como un instrumento, cuyo objetivo primordial es detallar
al docente los contenidos y procedimientos que debe seguir en la práctica; el
otro tipo de propuesta es aquella que considera al currículo como un espacio de
experimentación, en el que las experiencias, la realidad obliga al profesor a
experimentar con actuaciones innovadoras e individualizadas a las demandas de
una situación concreta.
En el proceso de
orientación del aprendizaje, es de vital importancia conocer la estructura
cognitiva del alumno; no sólo se trata de saber la cantidad de información que
posee, sino cuales son los conceptos y proposiciones que maneja así como de su grado
de estabilidad. Los principios de aprendizaje propuestos por Ausubel, ofrecen
el marco para el diseño de herramientas metacognitivas que
permiten conocer la organización de la estructura cognitiva del educando, lo
cual permitirá una mejor orientación de la labor educativa, ésta ya no se verá
como una labor que deba desarrollarse con "mentes en blanco" o que el
aprendizaje de los alumnos comience de "cero", pues no es así, sino
que, los educandos tienen una serie de experiencias y conocimientos que afectan
su aprendizaje y pueden ser aprovechados para su beneficio.
El currículo se basa
en los aprendizajes adquiridos por el niño en un determinado periodo de tiempo,
teniendo poco en cuenta su desarrollo intelectual e intereses educativos.
Bibliografía
·
Artigas-Pallarés J. Atención precoz y educación. Rev
Neurol 2007; 44 (Supl 3): s31-s34
·
Ministerio de Educación Nacional de Colombia,
Desarrollo infantil y competencias en la Primera Infancia, Bogotá-Colombia,
2009
·
Proyecto Alcanza, El currículo integrado, Modulo 3,
Puerto Rico, 2008
·
Ramia Nascira, Prácticas Apropiadas para el Desarrollo
en la Educación Infantil Inicial (P.A.D.), Congreso sobre Educación Inicial,
USFQ, Septiembre del 2010
·
ENCICLOPEDIA
GUÍA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO, La Estimulación Temprana Tomo # 1,
Edit. Gráficas Mármol S.L. 2001Madrid España.
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