lunes, 5 de marzo de 2012








Prácticas apropiadas al desarrollo y el aprendizaje centrado en el currículo

Prácticas apropiadas al desarrollo
Las practicas apropiadas al desarrollo según Ramia las define como “prácticas que tienen el objetivo de alcanzar el aprendizaje y desarrollo óptimo de los niños pequeños” (Ramia, 2010).
Para la autora (Ramia, 2010) existen 3 tipos de conocimientos básicos para poder tomar decisiones apropiadas para la educación de niños pequeños:
1. Desarrollo infantil y aprendizaje
2. Particularidades de cada niño (observaciones, entrevistas, evaluaciones)
3. Contexto cultural y social en el que vive cada niño (valores, expectativas) para preparar experiencias significativas, relevantes y respetuosas con cada niño y su familia.
El Proyecto Alcanza (2008) define a las prácticas apropiadas al desarrollo como aquellas que favorecen el desarrollo de los niños y facilitan el aprendizaje integralmente. Las prácticas apropiadas representan un enfoque hacia la educación, que reconoce al niño como un ser humano en desarrollo, como un ente activo, que aprende a lo largo de la vida, es un ser capaz de  construir su propio conocimiento a través de la interacción con otros (padres, cuidadores, amigos y familiares) y los objetos que forman parte de su ambiente.
Es importante que se tome en cuenta que se necesita tener  el conocimiento acerca del desarrollo infantil para crear un programa que sea apropiado para la edad y fase de desarrollo de un grupo de niños. Un punto importante que facilita las prácticas apropiadas para el desarrollo son las relaciones e interacciones del niño con los adultos o con pares ya que los favorece a ser determinantes críticos de su desarrollo y aprendizaje. Al mismo tiempo, los niños son constructores activos de su propia comprensión del mundo que los rodea; como tales, ellos se benefician al iniciar y regular sus propias actividades de aprendizaje y al interactuar con sus pares.
La práctica apropiada para el desarrollo no significa hacer las cosas más fáciles para los niños. Por el contrario, se trata de asegurar que las metas y las experiencias son adecuadas para su aprendizaje y desarrollo y un reto suficiente para promover su progreso e interés.
Las buenas prácticas se basan en el conocimiento, no en las suposiciones de cómo los niños aprenden y se desarrollan
, ya que es el resultado de la interacción de los conocimientos previos y los conocimientos nuevos y de su adaptación al contexto, y que además va a ser funcional en determinado momento de la vida del individuo.
Según   Declaración de Posición de NAEYC (año 2008, pág. 23) “La experiencia guiada por adultos sigue mayormente las líneas de los objetivos de los maestros, pero también está delineada por la participación activa de los niños; la experiencia guiada por niños sigue mayormente las líneas de los intereses y acciones de los niños, con el apoyo estratégico de los maestros”. Los niños son constructores activos de su propia comprensión del mundo que los rodea; como tales, ellos se benefician al iniciar y regular sus propias actividades de aprendizaje y al interactuar con sus pares.
 Las prácticas de enseñanza apropiadas para el desarrollo ofrecen un equilibrio óptimo entre las experiencias guiadas por los adultos y por los niños.  Por ende es importante implementar un plan de estudios ya que  siempre se obtienen resultados de algún tipo, pero es fundamental saber de qué resultados se trata y cómo los alcanza un programa. En la práctica apropiada para el desarrollo, el plan de estudios ayuda a los niños pequeños a alcanzar metas que son significativas para su desarrollo y educación. El plan de estudios logra esto a tra­vés de experiencias de aprendizaje (que incluyen juego, grupo pequeño, grupo grande, centros de interés y rutinas) que reflejan lo que se sabe acerca de los niños pequeños en general y acerca de estos niños en particular, así como sobre las secuencias en las que los niños adquieren concep­tos específicos, capacidades y habilidades, elabo­rando a partir de experiencias anteriores. La evaluación también es una herramienta para controlar el progreso de los niños hacia las metas deseadas de un programa. En la práctica apropiada para el desarrollo, las experiencias y las evaluaciones están vinculadas (las experiencias desarrollan lo que se evalúa, y viceversa); ambas están alineadas con los resultados o metas que se esperan del programa para los niños.
Todo educador que sigue las Prácticas Apropiadas debe considerar como base fundamental el aprendizaje activo al organizar y diseñar su plan (Ramia 2010):  debe proveer o adaptar experiencias educativas para atender, de forma inclusiva, a los niños. Para esto, es importante que, dentro de la planificación e implementación del currículo, se incluya una variedad de estrategias y evaluación, con énfasis en la observación y documentación del desarrollo individual de los niños.
Para asegurarse de que los profesores son capaces de proporcionar cuidado y educación de alta calidad, deben estar bien preparados, participar en el desarrollo profesional continuo, y recibir el suficiente apoyo y compensación.

Aprendizaje centrado en el currículo
Durante los últimos años este término ha sido objeto de un amplio debate y en consecuencia han surgido tantas definiciones según el número de autores que lo han estudiado.
Para Margarita Pansza (2000) el currículo es una serie estructurada de experiencias de aprendizaje que en forma intencional son articuladas con una finalidad concreta: producir los aprendizajes deseados.
Dentro del proyecto alcanza (2008) el currículo es un plan escrito en el cual se establece las metas y los objetivos, y se sugieren las actividades.
Un currículo es una herramienta para los educadores, la misma contiene  los objetivos, las experiencias de aprendizaje, las estrategias de enseñanza y las formas de evaluar. El currículo sugiere unas metas, formas de organizar el ambiente y una serie de rutinas diarias, además de contenidos y estrategias de enseñanza dirigidas a promover el desarrollo físico, socioemocional, lingüístico, cognitivo y estético. Asimismo, establece pautas para conocer, promover y evaluar el desarrollo del niño, y sugiere formas de cómo establecer una interacción positiva con los padres y la comunidad.
Los currículos de pre-escolar, jardines infantiles y programas primarios con enfoque académico, típicamente adoptan un método pedagógico principalmente basado en libros de trabajo, adiestramiento y práctica de las habilidades discretas. Es razonable asumir que cuando un método de enseñanza es utilizado por un grupo diverso de niños, muchos de estos están propensos a fallar. Entre más pequeños los niños, más variados deben ser los métodos de enseñanza, porque habrá menos posibilidades de que hayan sido socializados en una forma estándar de responder a su medio ambiente social.
De esta forma, parece que el hecho de que un niño esté listo para aprender tareas de la escuela está influenciado por sus experiencias pasadas, peculiares y únicas. Por razones prácticas, existen límites sobre qué tan variados pueden ser los métodos de enseñanza. Debe anotarse, sin embargo, que mientras los enfoques dominados por libros de trabajo frecuentemente conllevan a instrucciones individualizadas, la individualización raramente consiste en más de un día en el cual un niño completa una página en particular u otra tarea rutinaria.


De esta forma, parece que el hecho de que un niño esté listo para aprender tareas de la escuela está influenciado por sus experiencias pasadas, peculiares y únicas. Por razones prácticas, existen límites sobre qué tan variados pueden ser los métodos de enseñanza. Debe anotarse, sin embargo, que mientras los enfoques dominados por libros de trabajo frecuentemente conllevan a instrucciones individualizadas, la individualización raramente consiste en más de un día en el cual un niño completa una página en particular u otra tarea rutinaria.
La planificación del currículo enfatiza el aprendizaje como un proceso en la que los maestros preparan el ambiente para que los niños aprendan a través de la exploración y la interacción activa con los adultos, sus pares y los materiales apropiados.
José Contreras (1991) distingue dos tipos de propuestas curriculares: la primera de ellas es la que entiende al currículo como un instrumento, cuyo objetivo primordial es detallar al docente los contenidos y procedimientos que debe seguir en la práctica; el otro tipo de propuesta es aquella que considera al currículo como un espacio de experimentación, en el que las experiencias, la realidad obliga al profesor a experimentar con actuaciones innovadoras e individualizadas a las demandas de una situación concreta.
En el proceso de orientación del aprendizaje, es de vital importancia conocer la estructura cognitiva del alumno; no sólo se trata de saber la cantidad de información que posee, sino cuales son los conceptos y proposiciones que maneja así como de su grado de estabilidad. Los principios de aprendizaje propuestos por Ausubel, ofrecen el marco para el diseño de herramientas metacognitivas que permiten conocer la organización de la estructura cognitiva del educando, lo cual permitirá una mejor orientación de la labor educativa, ésta ya no se verá como una labor que deba desarrollarse con "mentes en blanco" o que el aprendizaje de los alumnos comience de "cero", pues no es así, sino que, los educandos tienen una serie de experiencias y conocimientos que afectan su aprendizaje y pueden ser aprovechados para su beneficio.
El currículo se basa en los aprendizajes adquiridos por el niño en un determinado periodo de tiempo, teniendo poco en cuenta su desarrollo intelectual e intereses educativos.
Bibliografía
·        Artigas-Pallarés J. Atención precoz y educación. Rev Neurol 2007; 44 (Supl 3): s31-s34
·        Ministerio de Educación Nacional de Colombia, Desarrollo infantil y competencias en la Primera Infancia, Bogotá-Colombia, 2009
·        Proyecto Alcanza, El currículo integrado, Modulo 3, Puerto Rico, 2008
·        Ramia Nascira, Prácticas Apropiadas para el Desarrollo en la Educación Infantil Inicial (P.A.D.), Congreso sobre Educación Inicial, USFQ, Septiembre del 2010
·        ENCICLOPEDIA GUÍA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO, La Estimulación Temprana Tomo # 1, Edit. Gráficas Mármol S.L. 2001Madrid España.


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